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lunes, 26 de diciembre de 2022

 

CONTRADICCIONES

 

Por la marchita alameda

que se estira junto al río,

erra, entre hojas secas,

el loco su desvarío.

 

Vocea: “Yo me tiro al río”.

 

Asoman del lecho las piedras

y las raíces de los sauces.

Enseña su mísero cauce.

 

“Lo juro, me tiro al río

cuando venga “crecío”

que me lleve la corriente”.

 

Le contraría su cordura

y razona la locura.

 

“¡Eso! Cuando hagan un puente”

 

jmgd

domingo, 27 de noviembre de 2022

 

RELEVO

 

He venido a ver los chopos del río,

los que un día citó el poeta,

deformadas tu inicial y la mía,

y un muñón cicatrizado, la fecha.

 

He vuelto a sentir ese escalofrío

al recordar esta alegre alameda,

ahora más oscura y más sombría,

y una lágrima resbaló la pena.

 

Luego, suena el alegre griterío

de juventud feliz por la ribera,

irrumpe la jovial algarabía

y la tarde se torna más risueña.

 

Todo pasó. Se oye el rumor del río.

Un chopo tiene gravada su corteza,

con una cifra que data este día

y, en un corazón flechado, dos letras.

 

jmgd

 

domingo, 2 de octubre de 2022

Senectud

 

Senectud

                             …a un viejo amigo.

 

Tras el ventanuco

con dos grueso hierros,

en cruz, como reja,

se vislumbra, a veces,

una calavera.

Algo más arriba,

bajo la cornisa

pegados los nidos

de amasada tierra.

Y en el grueso cable,

con sus petos blancos,

oscuros vencejos

posan en hilera.

De cuando en cuando

uno revoletea.

 

¡Ay! Vieja casona

 

¡Pobre casa vieja!

Ya dejas entrever

a trozo el adobe,

a trozo la piedra.


Cimbrado el tejado:

Combadas las vigas

de fuerte madera

que apenas parece

poder con las tejas.

Sólo sigue erguida

la humada chimenea.


Frustrado el recuerdo:

Pareces por dentro

oscura y vacía,

por fuera estar llena

de melancolía.

 

¡Pobre casa vieja!

 

¡Ay! ¡Ya hasta arrastras

tus vencidas puertas.

 

jmgd

 

domingo, 9 de febrero de 2020

La criadora de cuervos.


 
 
Guión:"La criadora de cuervos"   

  Escena 1. Interior. Noche Habitación hospital     
   Asunción, una anciana moribunda, se encuentra postrada en la cama del hospital con su gotero, sus gomas del oxígeno y sin apenas fuerzas. Sus esperanzas de vida son pocas; espera una intervención quirúrgica decisiva que le permitirá -posiblemente- vivir un poco más.     
   En el hospital se encuentran con Asunción sus hijos -Pedro y Marta- quienes tratan de convencerla para que les diga dónde guarda los ahorros. Dado el estado crítico de la anciana, parece que esto último se está convirtiendo en una misión casi imposible; todos sus intentos están siendo en vano.         Pedro y Marta, que no pierden aún la esperanza, hablan entre ellos susurrando, por si acaso- del misterioso paradero de los ahorros de la vieja a la vez que expresan sus ensoñaciones.   
-Pedro: “Yo, cuando tenga el dinero, me compro un buen coche” 
-Marta: “Pues yo me dedicaré a viajar, siempre he querido conocer mundo”     
   La madre sigue postrada en la cama quejándose de dolores.       
   Pedro y Marta saben que en algún sitio lo tiene que esconder. Y ese lugar, precisamente, no es el banco porque repasan los movimientos de su cartilla y en ésta sólo aparece una cantidad bastante para pagar la luz, el agua, el gas y poco más.   
-Pedro: "¿Lo ves...? Si es que lo saca todo y sólo deja para las facturas de la luz y poco más... Tiene que tenerlo guardado en algún sitio..."     
   Marta y Pedro están desesperados, por más que le preguntan no obtienen respuesta:     
-Marta: "No es por nada madre, ni es grave la operación... pero debiera usted decirnos dónde guarda el dinero ¡por si acaso! 
    La pobre mujer, falta de toda fuerza, pero con perfecto oído, sólo se queja de dolor.  Asunción sólo acierta a mover un poco la mano -en la que tiene la vía conectada al gotero- con movimientos oscilantes de arriba a abajo.
   Mientras, a los dos hijos se les abren los ojos como "platos" -mirando el movimiento de su mano- y sonríen con discreción cínica.     
   Pedro, impaciente, ha creído deducir, por el gesto de su madre, la ubicación de los ahorros y da un alarido de alegría. 
-Pedro: "¡En el sótano... el dinero está en el sótano de su casa!   
   Marta le da un codazo a Pedro, a la vez que le echa una mirada de disimulo, para evitar que la vieja pueda darse cuenta de cuáles son sus planes.     
-Marta: "¡¡¡Pppsssssssss...!!!!"   
   Pedro le aclara a Marta en voz baja. 
-Pedro: "¿No ves cómo apunta con el dedo hacia abajo...? ¡Eso quiere decir que está abajo...! ¿Entiendes..?   ¡Abajo... en el sótano!"                           
 
 Escena 2. Interior. Día. Habitación Hospital. 
 
 Aparecen por la puerta dos enfermeras quienes preparan a Asunción para bajarla al quirófano, ante el nerviosismo de Pedro y Marta. 
 Mientras la "enfermera 1" le quita las vías a Asunción, se dirige a ella para animarla: 
-Enfermera 1: "Venga Asunción, esa cabeza más derecha que no hay que acobardarse. Esto va a ser coser y cantar; en un rato está usted hecha una moza"   
   La "enfermera 2" se dirije a los hijos con semblante comprensivo, en voz baja. 
-Enfermera 2: "Si lo desean... este es el momento de dirigirle unas palabras de ánimo. Todo habrá de salir bien pero... nunca se sabe"   
   Marta y Pedro simulan estar afligidos y con un gesto le hacen entender a la enfermera que puede proseguir.   
   Marta, que continúa simulando su dolor, le susurra al oído algo a Pedro.   
-Marta: "En cuanto salgan por la puerta salimos pitando a casa de madre"     
   Las enfermeras se llevan a la paciente ante la atenta mirada de Marta y Pedro.     
   Y a la voz de Pedro salen pitando:     
-Pedro: "¡¡¡ Ahora... vámonos !!!! "   
 (La habitación queda vacía y nos vamos con un fundido a negro.)                
 
    Escena 3. Interior. Noche. En el pasillo del hospital.
   (Regresamos al hospital con un fundido desde negro)
  
    Marta y Pedro caminan por un pasillo del hospital, vuelven de casa de su madre, se paran un momento y hablan muy extrañados por la circunstancia.   
  Pedro: "Pues no... ni en el sótano, ni debajo de la cama, ni en el colchón... El dinero no aparece por ningún lado"   
   Marta: "Pues madre dinero tiene porque la paga no se la come y los ahorros de toda la vida en algún sitio los debe tener. Y ya ves las esperanzas que nos ha dado la cirujana"                                 
 

   Escena 4. Interior. Noche. 
  (Habitación hospital) 
   
   Mientras tanto, Asunción ha salido de quirófano y ha sido trasladada a su habitación donde no hay nadie esperándola; la enfermera le prepara el gotero y le arregla un poco la sábana...       
   Marta y Pedro entran en la habitación y se quedan "pillados" porque ya está la abuela allí y no sabían nada.     
   La enfermera les indica que la doctora está a punto de llegar para informarles de la operación. 
 - Enfermera 1: "No se vayan muy lejos, la cirujana está a punto de aparecer"     
    Aparece la doctora: 
 - Doctora: "¿Son Ustedes los familiares?"   
   Marta le responde adelantándose un poco y agarrándola de las manos, nerviosa. 
 - Marta: "Sí, sí, doctora... ¿Cómo ha salido todo?"   
- Doctora: "Puessss...."   
  Pedro se adelanta a la información de la doctora, se acerca a su hermana y agarrándole las manos con alegría...   
- Pedro:  “No se preocupe usted,  estamos preparado para lo peor” "Ya te lo decía yo hermana que... ¡¡¡De esta no sale madre!!!!!"   
- Doctora: "No, no... claro que sale, hasta yo me he sorprendido. La intervención ha sido todo un éxito. Con unos cuidados mínimos y siguiendo el tratamiento que les voy a dar tienen ustedes madre para mucho tiempo...."     La doctora les sonríe, Pedro y Marta se miran a la cara, perplejos, y la doctora se aleja.   
   Ante la situación, viendo el panorama, lo dan todo por perdido. Son pesimistas; la abuela sale de ésta y se quedan sin la "pasta". Se quedan sin coche y sin viajes.         

   Escena 5. Interior. Noche.
   (Hospital.)
   
   Justo en esos momentos la mujer abre los ojos con mucha dificultad y lo primero que ve es a sus hijos a los pies de la cama, mirándola con rabia y asco.
    Marta y Pedro cambian de cara y comienzan a sonreir de manera cínica. Interpretan el papel de hijos felices por la recuperación.   
- Pedro: "¡Mira hermana, ya ha vuelto en sí...!   
-Marta: "Siii... y  fíjate que buena cara tiene.."   
   La madre aunque sigue con los efectos de la anestesia, aún tiene dolores de la operación y se queja un poco"       
   Intrigados, aún, los hijos, por el paradero de los dineros de la madre, vuelven a la carga...     
   Pedro se agacha al lado de la abuela y la coge de la mano izquierda.   
 -Pedro: "No ve, madre, cómo todo iba a salir bien...!       
   La madre, que conoce muy bien al hijo y sus intenciones, le retira la mano.     
   Marta, acercándose un poco, le dice:     
- Marta: "¡Si ya se lo decía yo, madre!   
   A continuación, Marta insiste mientras le sujeta con fuerzas la misma mano que le había agarrado anteriormente Pedro, mientras la abuela intenta zafarse con cara de saña.   
- Marta: "Lo del dinero, como ya le dijimos, era para un "por si acaso". Por cierto, nos dijo... bueno, entendimos que nos indicaba usted con el dedo que el dinero estaba en el sótano, y no hemos encontrado allí nada de nada"                       
   Asunción recuperada de los efectos de la anestesia sonríe con picardía y asiente con la cabeza.             Pedro se acerca también. 
 -Pedro: "Sí madre... nos daba mucha pena verla sufrir mientras intentaba indicarnos dónde está el dinero"   
   Asunción se les queda mirando a los dos, asintiendo nuevamente varias veces con la cabeza, con una sonrisa socarrona durante unos segundos, y cambiando el gesto por otro serio y sentenciador, mientras coloca la  mano derecha tal y como la tenía antes de la operación para ir dándole la vuelta despacio, y así resolver definitivamente el misterio: 
 -Asunción: "Nooo, yo nunca dije que estuviera abajo. ¿Y sufrir? ¡Claro que estaba sufriendo pero por más que quería no tenía fuerzas para deciros dónde teníais que buscar las perras.... ¡¡¡Malrayososparta!!! ¡¡¡aquí, ¿lo veis? aquí es donde teníais que buscarlas !!!!"   Para dejar más que claro el misterio, Asunción mantiene el puño cerrado con el dedo corazón estirado hacia arriba dando golpecitos en el aire mientras les mira con sonrisa de satisfacción porque no se han salido con la suya.   
   Marta y Pedro, abochornados, se miran y, nerviosos, recogen sus cosas y se van sin decir adios.          Asunción ríe y ríe mientras se alejan.       

 Moraleja: "Cría cuervos y,…córtales el pico"   
 
Un guión de Juan Manuel García Domínguez

domingo, 2 de julio de 2017

Más menos, menos más.

Abuelo, con las patatas gordas que estás sacando qué guiso haces?
 -Patatas con carne, cariño. 
Y con las patatas delgadas? 
-Carne con patatas, prenda.

jmgd

domingo, 14 de mayo de 2017

Piedra de mayo


(al Valle)

-¿A ondi vas?
Si no pués jhacer na,
¿a ondi vas?
Y cogió la “verea” a la sierra.
-¡Aquí no pueo aguantá!
La tormenta descargó
el fuego y la piedra.
Le machacó el corazón.
Se le nublaron los ojos.
Candó los dientes,
y miró al cielo;
gruñó con rabia
un “mecagoendiós”;
e impotente, en el suelo,
como están los que rezan,
arrebañó con sus manos,
llenas de grietas,
una “embrozá”
de sudores y bregas.

jmgd



domingo, 16 de abril de 2017

Estigma


Gitano, fue en primavera
¿No eras tú a quién llevaban
con la cruz en las espaldas
un viernes con luna llena?