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viernes, 9 de diciembre de 2011

Oración

Oración.

Paso la tarde de acá para allá en los ensombrecidos paseos del parque, y, a ratos sentado en algún banco, absorto en mis pensamientos, llevo los nietos, aunque pienso que más de una vez me llevan ellos a mí, ¡no sé!, pero me miran y preguntan: ¿Por qué lloras? No lloro, sólo me emociono. Recuerdos de toda una vida, juntos, en el pueblo, ¡ya ves!, los hijos, su trabajo, tuve que venir con ellos a la ciudad, el ruido, las prisas, y tanta gente me agobia. Me tiemblan las manos, me cuesta respirar, debe ser este aire contaminado por los tubos de escape de los vehículos, dice el médico que es natural, nada de gran importancia, pero noto que me fatigo más que de costumbre, ¡en fin!, todo lo resume a achaques de la edad y me atiborra de pastillas de todos los colores. Tú, te fuiste, yo, ¡te echo tanto de menos!, aunque he de confesar que los niños me hacen feliz, ¡son tan vivarachos! Hoy  los mayores razonaban que las personas viven mientras están en el  recuerdo, debe ser cierto, porque en la soledad de la alcoba, noto que estás a mi lado y hasta siento tu aliento.

jmgd

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