Vistas de página en total

sábado, 26 de diciembre de 2015

Nacimiento


Nunca supimos, porque nunca supiste, ni cuándo ni dónde, ni tan siquiera quien te parió, te dijeron que apareciste junto al portón del hospicio. En tu fe de bautismo se certifica una fecha que como tú bien nos decías, día arriba día abajo. Tu nombre Santo, tu apellido, y el mío que es el tuyo, Iglesias.  Hoy arremolinado de los tuyos, no cabemos en la alcoba, te apagas. Tienes esa ilusionada mirada que siempre tenías cuando nos mirabas. Quisiste irte con el traje, tu único traje. En tus manos apretada sobre el pecho una garabateada carta.
…y tu último suspiro: ¡Gracias, Madre!


jmgd 

No hay comentarios:

Publicar un comentario