A
la orilla del río Alagón
mana
una fuente serena,
agua
clara de mi pasión.
Al
llegar la primavera,
dile,
si vuelve, a mi amor
que
ha sido larga la espera.
Fue
hace demasiado tiempo.
Se
desvanece, tímido
cual
nevisca, el recuerdo,
el
suave hervor de sus labios,
su
encanto, y el primer beso.
Ya
es verano, y no volvió.
No
ha vuelto ni tan siquiera
un
vago devaneo de amor,
frenesí
de primavera.
Añoro
el candor primero.
Sigo
como quien espera
flores
de mayo en enero.
Y
aguardo, un rayo de sol
en
agua clara y serena.
A
la orilla del río Alagón.
jmgd
No hay comentarios:
Publicar un comentario