jmgd
Desahucio.-
La silla, la echo a lomos de la burra vieja. Es silla, de palo labrado con filigranas que figuran el perfil de dos caras mirándose, de asiento de paja de enea de los humedales, tiene el roce del trabajo, está en la cocina, en el comedor, en la resolana de la calle. La humilde silla sólo sirve para el descanso, ya renguea, quiere entrarle la carcoma del abandono, ¡que no la toque nadie! ¿Maleta?, no tengo maleta, en un hatijo envuelvo mis haberes. Con esfuerzo y sudor quiero situarme. -¿A dónde vas? Cojo mi boina: ¡a donde va el aire!
Destino.-
Mi silla, la eché a lomos de la burra vieja. Es, mí, silla de palo labrado con filigranas que figuran el perfil de dos caras mirándose, de asiento de paja de enea de los humedales, tiene el roce del trabajo, está en la cocina, en el comedor, en la resolana de la calle. Mi humilde silla no necesita de pedestales, sólo sirve para el descanso, ya renguea, quiere entrarle la carcoma del abandono, no necesita de honores ¡que no la toque nadie! ¿Maleta? No tuve maleta, en un hatijo envolví mis haberes. Con esfuerzo y sudor hice pueblo. -¿De dónde viniste? Cojo mi sombrero: ¡de donde viene el aire!
jmgd
¡Enhorabuena por estos textos!!!
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