Con el aguardiente
no se harta el hambre.
Aire, rojo aire
-¡Cómo quema, padre!
Buscaban la muerte
truenos en la tarde.
Manaron las fuentes
lágrimas de sangre.
Óvulos y semen
sin quien les ampare.
Útero sin madre,
amor sin amante.
Tras los ventanales,
en la casa grande,
pilos, ante nadie,
crean verdes pensares.
Aire verde, aire.
jmgd
Juanma bonito lo que ley,
ResponderEliminarFelicidades
Un abrazooooooooooooo